Uno de mis maestros hacía mucho hincapié en la médula como en uno de los motores de la salud. En realidad explicaba que hay cinco motores de la salud: la sangre, la energía, los órganos junto con sus vísceras, las piernas y la médula.
Cuando enseño qigong empiezo explicando la postura y la dinámica de los movimientos combinada con la respiración. Durante la práctica observo a los practicantes realizar estos movimientos que al principio parecen disociados del resto del cuerpo, y sobre esta disociación insisto que si por ejemplo un ejercicio consiste en abrir y cerrar los brazos, éstos se deben abrir y cerrar con el acompañamiento del resto del cuerpo y sobre todo con el acompañamiento del movimiento sutil de la columna.
Una practica continuada de qigong aporta flexibilidad a la columna, relaja tensiones musculares, mejora la circulación sanguínea y favorece la función del sistema nervioso.