En la medicina occidental, el corazón es un órgano muscular pequeño y hueco considerado el centro del sistema circulatorio. Sirve de bomba que controla el flujo de sangre a través del cuerpo.
Para entender la función del corazón en la medicina tradicional China y cómo el verano afecta a este órgano, es imprescindible conocer la función energética del corazón.
Son dos las funciones energéticas del corazón, ascendente y expansiva.
- - Con la función ascendente, recoge la sangre de retorno y la envía a los pulmones para ser purificada. También nutre el cerebro y regula la actividad mental.
- - La función expansiva impulsa el qi del tórax a la periferia (cabeza y extremidades). Parte de esta función consiste en llevar, a través de las arterias, la sangre purificada de los pulmones al organismo.
El desequilibrio de la función energética del corazón, puede tener su origen en agentes externos, patógenos y climatológicos (calor en verano), y en las emociones (alegría entendida como euforia), etc.
Cuando surge un desequilibrio o una alteración, la energía se estanca o sube a la cabeza se dispersa, se dispara en todas direcciones y esto hace que perdamos el control, a nivel emocional se dispersa la mente, aparecen altibajos emocionales, nos volvemos impulsivos, no racionalizamos, etc. (ej, el corazón es la sede de todas las emociones y se ve afectado por cualquier exceso emocional, desde la alegría desbordante hasta la tristeza profunda). Un exceso de fuego puede crear hiperexcitabilidad e inquietud, mientras que una deficiencia de fuego puede crear una falta de alegría y un sentimiento de apatía.
Otros ejemplos de un
desequilibrio energético de corazón, es la tendencia a la transpiración
excesiva, el golpe de calor, o falta de transpiración, problemas circulatorios, palpitaciones o
latidos cardíacos irregulares, trastornos del sueño, sueño inquieto o insomnio,
ansiedad, risa incontenida, energía inquieta agitada o explosiva, etc.
¿Qué herramientas tenemos para regular este equilibrio? Alimentación, Qigong, acupuntura, etc.
A nivel emocional, como
consecuencia del equilibrio energético, un corazón sereno pertenece a una
persona comunicativa, despierta y centrada. Aporta el calor necesario para la
vida, calor corporal y de relación humana. Estar en equilibrio con las
emociones implica saber permanecer en su sitio, en su centro.